El Banco de España confirmó ayer lo que todos temíamos, la recaída en la recuperación de la economía española. Finalmente no ha habido contracción del PIB en el tercer trimestre, al menos según las estimaciones del supervisor bancario, pero tras crecer dos décimas en el trimestre anterior, entre julio y septiembre la economía se ha estancado, crecimiento cero en términos intertrimestrales. Tras registrar siete trimestres consecutivos de caídas en lo que ha sido la crisis más larga de la historia reciente de España, volvió a un ligero crecimiento, dos décimas —la cifra que le habían soplado al presidente y de la que presumió en el Senado hace unos días—. Pero si crece la tasa interanual no es porque la economía española esté mejor ahora que hace tres meses, sino porque el tercer trimestre del año pasado fue peor.
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